ARTÍCULOS ORIGINALES
https://doi.org/10.48061/SAN.2024.25.4.177
IMPACTO DE LA EDUCACIÓN ALIMENTARIA NUTRICIONAL SOBRE CONOCIMIENTOS, ACTITUDES Y PRÁCTICAS EN ADOLESCENTES DE UNA ESCUELA SECUNDARIA DE CABA
IMPACT OF NUTRITIONAL FOOD EDUCATION ON KNOWLEDGE, ATTITUDES AND PRACTICES IN ADOLESCENTS OF A HIGH SCHOOL IN BUENOS AIRES CITY
Luciana Barretto1, Sofía Brigante3, Micaela Cheistwer3, María Luisa Deforel2, Mariana Gomez1, María Belén Lemos Carreras2, María Florencia Pachecoy1 y Vanesa Schwarz1
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CeSACs 2,12 y 27- Área Programática - Hospital Dr. I. Pirovano. GCBA, Argentina |
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División Alimentación - Hospital Dr. I. Pirovano. GCBA, Argentina |
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Residencia de Nutrición del GCBA, Argentina |
Correspondencia: María Florencia Pachecoy
E-mail: pachecoymariaflorencia@gmail.com
Presentado: 12/08/24. Aceptado: 13/12/24
RESUMEN
Introducción: Una alimentación adecuada durante la adolescencia es imprescindible para un crecimiento y desarrollo óptimos. Debido a que aumentó el consumo de alimentos de baja calidad nutricional, la aplicación de educación alimentaria nutricional (EAN), mediante el modelo de conocimientos, actitudes y prácticas (CAPs) en alimentación saludable (AS), representa un marco para la mejora de los hábitos alimentarios. La escuela tiene un rol significativo en la elaboración de saberes y habilidades, convirtiéndose en un escenario ideal para promover AS.
Objetivo: Establecer el impacto de un programa intensivo de EAN sobre los CAPs en AS en adolescentes.
Materiales y métodos: Estudio cuasi-experimental, longitudinal y prospectivo. La muestra quedó conformada por 106 adolescentes (edad 13,5 ± 0,27 años) de un colegio secundario público de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) –grupo experimental n:63 y grupo control n:43–. La investigación fue desarrollada de mayo a julio de 2022. En ambos grupos, se aplicó un cuestionario estructurado de evaluación de CAPs en AS al inicio y al final. En el grupo experimental, la intervención consistió en talleres participativos con entrega de folletería. El estudio fue aprobado por el Comité de Ética e Investigación (CODEI) del Hospital Dr. I Pirovano.
Resultados: La aplicación de EAN resultó en una mejora estadísticamente significativa de los CAPs, observándose una mediana de cambios entre el cuestionario final y basal mayor en el grupo experimental respecto del control (3 vs 0 tanto para conocimientos, actitudes y prácticas). Los resultados positivos fueron significativamente mayores en el grupo experimental (conocimiento 84,1% vs 27,9%; actitudes 84,1% vs 32,6%; prácticas 68,3% vs 34,9%). Conclusiones: La intervención presentó un impacto positivo sobre los CAPs en AS, valiendo para futuros proyectos de EAN que tengan el fin último de forjar hábitos alimentarios saludables.
Palabras clave: conocimientos, actitudes y prácticas en salud; educación en salud; adolescencia.
ABSTRACT
Introduction: Adequate nutrition during adolescence is essential for optimal growth and development. Because the consumption of low nutritional quality food has increased, the application of nutrition education (NE), through the model of knowledge, attitudes and practices (KAPs) in healthy eating (HE), represents a framework for improvement of eating habits. The school has a significant role in the development of knowledge and skills, becoming an ideal setting to promote HE.
Objective: Establish the impact of an intensive NE program on KAPs in HE.
Materials and methods: Quasi-experimental, longitudinal and prospective study. The sample was made up of 106 adolescents (age 13.5 ± 0.27 years) from a public high school in Buenos Aires city (n:63 experimental group and n:43 control group). The research was carried out in May 2022. In both groups, a structured questionnaire was applied at the beginning and at the end. In the experimental group, the intervention consisted of participatory workshops with delivery of brochures. The study was approved by the Ethics and Research Committee of the Dr. I Pirovano Hospital.
Results: The application of NE resulted in a statistically significant improvement in the KAPs, observing a greater median change between the final and baseline questionnaire in the experimental group compared to the control group (3 vs 0 for both knowledge, attitudes and practices). The positive results were significantly greater in the experimental group compared to the control group (knowledge 84.1% vs 27.9%; attitudes 84.1% vs 32.6%; practices 68.3 % vs 34.9%). Conclusions: The intervention presented a positive impact on the KAPs in HE, being worth for future NE projects that have the ultimate goal of forging healthy eating habits.
Keywords: Health knowledge, attitudes and practice; Health education; adolescence.
INTRODUCCIÓN
La adolescencia es una etapa de la vida en la que aumentan las necesidades de nutrientes esenciales. Resulta especialmente importante llevar a cabo una alimentación de alta calidad nutricional con el objetivo de promover un crecimiento y desarrollo óptimos, como así también prevenir problemas de salud a corto y largo plazo, tales como sobrepeso, obesidad y enfermedades no transmisibles (ENT)1-4.
Sin embargo, durante los últimos años el consumo de alimentos de baja calidad nutricional en la población adolescente aumentó significativamente, en detrimento de alimentos sin procesar o mínimamente procesados como alimentos frescos y preparaciones caseras1,4,5. Uno de los factores que podría propiciar dicha realidad es la falta de conocimientos sobre AS5-14.
Con el objetivo de aumentar el conocimiento en AS, la implementación de EAN puede resultar en una mejora significativa. Múltiples estudios evidenciaron que el modelo de CAPs en AS representa un marco de cambio efectivo ya que, a medida que el conocimiento aumenta, las actitudes comienzan a cambiar y, con el tiempo, las prácticas alimentarias mejoran12-14.
A su vez, dado que la población adolescente comienza a tomar sus propias decisiones, pueden ser alentadas a asumir mayor responsabilidad por sus acciones y desarrollar hábitos positivos que mejoren su salud1,15. Asimismo, ya que los patrones de consumo que se instalan durante este período marcan los hábitos alimentarios en la edad adulta, el impacto de realizar EAN durante la adolescencia resultaría sumamente beneficioso4,11,14,16,17.
Debido a que los adolescentes pasan la mayor parte del día en los establecimientos educativos, es que el colegio secundario se convierte en un escenario ideal para intervenir1,9,11,17-20.
Este trabajo pretendió medir el impacto de un programa intensivo de EAN en un grupo de adolescentes de un colegio secundario de CABA al establecer la magnitud de las diferencias de CAPs en AS, evaluar la evolución de las diferencias de CAPs en AS, y describir la variación de los componentes de los bloques CAPs en AS, entre el grupo experimental y el control.
MÉTODOS
El estudio fue cuasi-experimental, longitudinal y prospectivo y se desarrolló de mayo a julio del año 2022. Se llevó a cabo un muestreo por conveniencia, donde se seleccionaron la totalidad de las divisiones de primer año del colegio, las pertenecientes al turno mañana se designaron como grupo experimental y las del turno tarde como grupo control.
Como criterios de exclusión se consideraron a los alumnos ausentes en el primer cuestionario o que no respondieron su totalidad o con una patología de base (enfermedad renal, diabetes, celiaquía y patologías intestinales); y de eliminación a aquellos alumnos que se ausentaron durante el segundo cuestionario, que no respondieron su totalidad o que no presenciaron al menos el 80% de las intervenciones realizadas.
Las variables de caracterización fueron: sexo biológico, edad y ejercicio físico (EF) realizado dentro y fuera de la escuela.
Para las variables en estudio: Conocimientos, Actitudes y Prácticas en AS, se realizó un cuestionario dividido en tres bloques basado en el utilizado por Moitra, P. et al.1. Cabe destacar que se utilizó dicho cuestionario como base realizando algunas modificaciones: se reemplazaron las opciones de respuestas acerca de desayunos completos y alimentos fuente de fibra por opciones de consumo local. Por otro lado, se quitaron aquellas preguntas relacionadas con actividad física, control de peso y patologías prevalentes, debido a que no fueron aspectos estudiados en la presente investigación.
El instrumento (ver material suplementario) se aplicó a ambos grupos, al inicio y al final de la intervención, obteniéndose la diferencia de puntaje entre ambos resultados. Se utilizó el resultado en escala cuantitativa continua y en escala cualitativa nominal clasificando las diferencias como positivas (mayor a 0), neutras (igual a 0) o negativas (menor a 0).
En relación con la intervención, el grupo experimental recibió EAN semanalmente durante un período de 5 semanas. Se realizaron talleres presenciales en el colegio y entrega de folletería por mail a las familias. Las temáticas que se abordaron fueron: alimentación y estilo de vida saludable, grupos de alimentos y sus nutrientes, almuerzos y cenas completos, desayunos y meriendas nutritivos y, por último, se realizó un encuentro integrador. El grupo control recibió EAN una vez finalizada la investigación.
La base de datos se creó utilizando Excel y se sometió a análisis mediante el paquete estadístico Statistix 8.0. Para describir la variable sexo, se calculó la distribución de frecuencias. Con respecto a las variables edad y EF, se calcularon la media y desvío estándar. Adicionalmente para la variable edad se calculó el rango y el intervalo de confianza del 95%. Para la comparación de las características basales entre el grupo experimental y control se utilizó se utilizó el Test Welch para la edad y las practicas iniciales en AS, el Test Z de proporciones para el sexo, el Test T para los conocimientos iniciales en AS y las actitudes iniciales en AS y por último el Test Mann Whitney Wilcoxon para el EF. Para establecer la magnitud de las diferencias de los CAPs en AS se calculó la mediana y su respectivo rango intercuartílico y se analizó con el Test de Medianas. Para evaluar la evolución de la diferencia de los CAPs en AS en ambos grupos se utilizó el Test Z de proporciones. Por último, para describir la variación de los componentes de los 3 bloques se calculó la distribución de frecuencias.
Consideraciones éticas
El protocolo del presente trabajo fue aprobado por el CODEI del Hospital General de Agudos Doctor Ignacio Pirovano. Se solicitó la firma del consentimiento informado (CI) por parte de los participantes.
RESULTADOS
La muestra quedó conformada por 106 adolescentes, 59,4% (n:63) del grupo experimental y 45,1% (n:43) del control. Prevaleció el sexo femenino con un 59,4% (n:63). La media de edad fue de 13,5 años (DE 0,27) y la media de EF fue de 242 minutos/semana (IC 95%: 207,4 - 277,1 - DE 180,7).
Al inicio, no existieron diferencias estadísticamente significativas entre el grupo control y el experimental para edad, sexo y CAPs en AS. La mediana de EF para el grupo experimental duplicó a la del grupo control con diferencias estadísticamente significativas.
Tabla 1: Caracterización basal por grupos
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DE: Desvío Estándar
RIC: Rango Intercuartílico |
La intervención mostró un impacto positivo, las medianas de cambio fueron significativamente mayores en el grupo experimental respecto del control (3 vs 0, Test de Medianas p<0.00001).
Tabla 2: Magnitud de las diferencias de los conocimientos, actitudes y prácticas en AS luego de la intervención de EAN en ambos grupos
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Asimismo, al evaluar la evolución de las diferencias por grupos, los resultados positivos fueron significativamente mayores en el grupo experimental respecto al control, tanto para conocimientos (84.1% vs. 27.9%), como para actitudes (84.1% vs. 32.6%) y prácticas (68.3% vs. 34.9%), (Test Z de proporciones p<0001; p<0001; p=0007 respectivamente). Del total de adolescentes que presentaron evolución positiva en los tres bloques de manera simultánea (n: 30), el 96.6% perteneció al grupo experimental.
En el Gráfico N° 1 se puede observar el desglose del bloque de conocimientos en AS, con el porcentaje de alumnos que evolucionaron de forma positiva, negativa y neutra por pregunta. Se destacó la evolución positiva en el grupo experimental de las preguntas N°1, 2 3, 5, 7, 8, 9 y 10: conceptos generales sobre alimentación y nutrición; alimentación saludable; porciones recomendadas de frutas y verduras; de legumbres; de cereales; alimentos ultraprocesados; composición de un desayuno completo y alimentos fuente de fibra, respectivamente. La intervención no resultó igualmente efectiva en mejorar los conocimientos correspondientes a la identificación de prácticas poco saludables durante la adolescencia (pregunta N° 4) y alimentos fuente de azúcar (pregunta N° 6).
Gráfico 1: Distribución de la muestra según porcentaje de evolución por pregunta de conocimientos, por grupo (n:106)
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Respecto del desglose del bloque de actitudes en AS (Gráfico N°2), se destacó la evolución positiva en el grupo experimental de las preguntas N° 1, 2, 3, 4, 6, 7, 8 y 9: "pienso que comer saludable disminuye el riesgo de padecer enfermedades"; "trato de elegir una fruta en lugar de un alfajor o galletitas dulces"; "trato de que mi alimentación sea saludable"; "si puedo elijo la opción integral del pan, fideos, arroz, otros"; "siento que no es importante realizar ejercicio físico regularmente"; "pienso que no es saludable incluir legumbres a diario en mi alimentación"; "pienso que no es necesario incluir lácteos o bebidas vegetales con calcio a diario"; y "no creo que sea importante desayunar todos los días". La intervención no resultó de igual manera efectiva en mejorar las actitudes correspondientes a las preguntas N°5 y N°10: "pienso que comer verduras es bueno para mi salud" y "me resulta difícil comer 2 frutas al día o más".
Gráfico 2: Distribución de la muestra según porcentaje de evolución por pregunta de actitudes, por grupo (n:106)
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Del análisis del bloque de prácticas en AS (Gráfico N° 3), se destacó la evolución positiva en el grupo experimental de las preguntas N° 5, 6, 7, 8 y 9: frecuencia de consumo de preparaciones fuera del hogar, consumo de verduras, frutas, lácteos y bebidas vegetales fortificadas y de alimentos fuentes de fibra. En relación con las preguntas N° 10, 11, 12, 13, 14 y 15, que se refieren a la frecuencia de consumo de: bollería, bebidas artificiales, golosinas, alimentos fritos, fiambres y embutidos y alimentos congelados pre elaborados, todas presentaron una mejora entre los adolescentes del grupo experimental, con una disminución más marcada en el consumo de productos de bollería Por otro lado, las prácticas relacionadas a la realización de las 4 comidas diarias (desayuno, almuerzo, merienda y cena), correspondientes a las preguntas N° 1, 2, 3 y 4, la mayoría de adolescentes en ambos grupos, presentaron evolución neutra.
Gráfico 3: Distribución de la muestra según porcentaje de evolución por pregunta de prácticas, por grupo (n:106)
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DISCUSIÓN
Luego de la intervención en EAN, los puntajes obtenidos en las tres áreas temáticas aumentaron de forma estadísticamente significativa en el grupo experimental. Estos resultados concuerdan con estudios previos realizados en la misma temática. En su estudio de 2001, Moitra P. et al. obtuvo un aumento estadísticamente significativo en las tres áreas, luego de intervenir durante 12 semanas en CAPs sobre hábitos de alimentación y actividad física en estudiantes adolescentes de India. De igual forma se observaron diferencias significativas en las investigaciones de Keshani, P. et al., cuya intervención duró 4 semanas, y de Aryal, BK. et al.1,21,22.
Al analizar la evolución de la diferencia de los CAPs en AS, se observó que el mayor porcentaje de evolución positiva (84,1%) correspondió a los bloques de conocimientos y actitudes en AS. El bloque de prácticas en AS presentó menor evolución, aunque positiva y estadísticamente significativa (68,3%). Esto último podría explicarse por el hecho observado de que a medida que el conocimiento aumenta, las actitudes comienzan a cambiar y, con el tiempo, las prácticas mejoran12-14. Resultados similares arrojaron los estudios de Oddo, VM. et al. y de Sharif Ishak, S. et al., en los cuales, luego de intervenir en adolescentes, los grupos experimentales presentaron mayor aumento en los conocimientos en comparación a los grupos control, con una diferencia estadísticamente significativa, mientras que no se presentaron diferencias significativas en las áreas de actitudes y prácticas entre los grupos 23,24. Estos resultados respaldan y van en línea con los obtenidos por Kupolati MD. et al. que luego de intervenir en EAN, los alumnos del grupo experimental aumentaron en mayor medida los conocimientos y actitudes con diferencias estadísticamente significativas, mientras que no presentaron tales mejoras en las prácticas25.
Por otro lado, al desglosar las preguntas del bloque de conocimientos, se observó una mejora pronunciada en el conocimiento de la recomendación de porciones de frutas y verduras. Lo mismo se evidenció en múltiples investigaciones1,23,26. A su vez, el presente trabajo demostró mejoras en el reconocimiento de los alimentos ultraprocesados, al igual que se observó en otros estudios23,26. Por otro lado, aumentó el conocimiento de la composición de un desayuno completo, tal como lo observó Oddo, VM. et al.23. Se podría considerar estos puntos de mejora como trascendentales ya que son problemáticas de la alimentación en adolescentes destacadas en múltiples investigaciones1,5-10.
En lo que respecta al bloque de prácticas, se observó una mejora en el consumo de frutas y verduras en el grupo experimental, similares resultados arrojaron otras investigaciones. Por otro lado, disminuyó el consumo de preparaciones fuera del hogar (rotiserías, local de comida rápida, delivery) resultados en concordancia con los que obtuvo Moitra, P. et al.1. A su vez, se observó una disminución en el consumo de productos ultraprocesados, como productos de bollería, bebidas artificiales, alimentos fritos, productos de copetín y alimentos congelados pre elaborados, coincidente con los resultados de otros autores3,21,23,26,29. En contraposición a dichos resultados, Gonzalez G et al. presentó un aumento en el consumo de estos 30. En lo que respecta al consumo de vegetales y frutas y de alimentos ultraprocesados, la mejora en los conocimientos mencionada anteriormente se ve reflejada también en las prácticas. Los resultados de la presente investigación no demostraron una marcada evolución positiva en la inclusión del desayuno, lo que coincide con los resultados de Fonseca, L. et al.26. Sin embargo, podría esperarse en un tiempo la mejora de esta práctica debido al cambio positivo encontrado en cuanto al conocimiento respecto de los componentes de un desayuno completo.
En cuanto al análisis desglosado del bloque de actitudes, se destaca que, aunque como se mencionó anteriormente, los conocimientos y las prácticas en relación con el consumo de frutas había mejorado, la actitud respecto a su consumo no lo hizo, considerándose difícil la inclusión diaria de dos frutas. Debido a la variabilidad de los instrumentos que utilizan los trabajos para medir este bloque sumado a que sus componentes no se encuentran analizados de manera separada, se dificultó la comparación de los resultados de la presente investigación con los de otros estudios.
Dentro de las limitaciones de la presente investigación podemos mencionar que no se utilizó un instrumento validado debido a la falta de disponibilidad de uno que se ajustara a las necesidades específicas del estudio y a las características particulares de la población objetivo. Otra limitación fue el corto tiempo entre la realización de la intervención y la medición de los resultados, pudiendo haber sido necesario más tiempo para observar más modificaciones, principalmente en el bloque de prácticas. Por otro lado, las condiciones basales del grupo experimental y control eran equiparables a excepción del EF, que duplicaba la mediana del grupo experimental (240 minutos/semana) a la del grupo control (120 minutos/semana), lo que podría haber actuado como una variable confusora. De todas formas, ninguno de los grupos alcanzaba las recomendaciones de la OMS31.
La variable estado nutricional no pudo ser incluida en el análisis debido a que un número considerable de adolescentes se negó a ser evaluado. Se pudo valorar el estado nutricional por medio de Índice de Masa Corporal/Edad en el 61,3% (n:65) del total, dentro de los cuales el 38,5% presentó exceso de peso, valor que coincide con la estadística a nivel nacional5,6.
CONCLUSIONES
En función de los resultados expuestos y la evidencia científica existente, se considera de suma importancia llevar adelante intervenciones de este estilo, que incluya el abordaje interdisciplinario para aumentar su efectividad. A su vez, la participación de la familia, docentes, entre otras personas que rodean al adolescente, como receptores de EAN, podría potenciar sus beneficios.
Financiamiento
Esta investigación no recibió financiamiento.
Agradecimientos
Agradecemos a la comunidad educativa del colegio.
A la Jefa del Área Programática, la Dra Alejandra Semisa, y a los jefes de los CeSACS, Dr. Juan Pablo Gonzalez, Dra. Karina Iza y Dra. Liliana Canal.
A la Jefa de la División Alimentación del Hospital Dr. I. Pirovano, Lic. Cecilia Garau.
Conflictos de interés
Los autores declaran no tener ningún conflicto de interés.
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