Vol.25 N°4 de 2024


EDITORIAL

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Vol 25. N°4. 2024  |  Octubre-Diciembre de 2024


EDITORIAL

NUTRICIÓN Y CÁNCER: AL BORDE DE UNA NUEVA ERA, CON LOS DESAFÍOS MARCANDO EL CAMINO

NUTRITION AND CANCER: ON THE VERGE OF A NEW ERA, WITH CHALLENGES PAVING THE WAY


Estefanía Orellana


Nutricionista - M.P. 3360 - M.N. 10216
Doctorando en Medicina UNLP
Servicio de Nutrición - Hospital San Roque. Gonnet, La Plata (Bs. As.), Argentina




Las enfermedades neoplásicas representan la segunda causa de muerte en todo el mundo y se prevé que el número de casos nuevos aumente significativamente en las próximas décadas.
En los últimos años, las tasas de supervivencia han mejorado considerablemente gracias al diagnóstico precoz y a tratamientos más efectivos. En este escenario de sobrevida a largo plazo, la atención sanitaria no debe centrarse exclusivamente en la enfermedad, sino en abordar todos los aspectos que impactan en la salud del paciente. El abordaje oncológico está evolucionando hacia un modelo multidisciplinar enfocado en el trabajo en equipo, con el objetivo de brindar la mejor atención posible ante una enfermedad tan compleja1.
Existe evidencia sólida que indica que la nutrición del paciente debe considerarse desde el momento del diagnóstico del cáncer, y durante todos los tratamientos antineoplásicos. Sin embargo, la desnutrición asociada con esta enfermedad aún es subestimada y tratada de manera insuficiente en la práctica. Es una característica común en los pacientes con cáncer y es consecuencia tanto de la presencia del tumor como de los tratamientos médicos y quirúrgicos. La desnutrición impacta negativamente en la calidad de vida, y se estima que entre un 10% a un 20% de los pacientes con cáncer mueren debido a las consecuencias de la desnutrición, más que por el tumor en sí.
El estado nutricional del paciente puede influir en el proceso oncológico. De hecho, hay estudios que asocian la desnutrición con un aumento de complicaciones postoperatorias, mayor toxicidad a los tratamientos y peor respuesta a la terapia antineoplásica. Asimismo, se ha demostrado que aquellos pacientes desnutridos con diagnóstico de cáncer han presentado mayor riesgo de mortalidad, peor calidad de vida y mayor duración de la estancia hospitalaria con el consecuente mayor costo en salud2.
La revisión de la literatura apoya que la atención nutricional debe integrarse en el cuidado oncológico. Es impactante cómo en la práctica diaria, la prescripción de una intervención nutricional mejora la calidad de vida, mitiga la sintomatología e incluso genera una mejoría en la respuesta al tratamiento. No quedan dudas de que la presencia de un profesional de la nutrición en el cuidado del paciente oncológico es fundamental y debe estar incluido en el equipo tratante. Como profesionales, tenemos una gran responsabilidad y trabajo por delante: buscar conjuntamente la mejor calidad de vida posible para estos pacientes durante todo el proceso de su enfermedad.
En este sentido, es fundamental generar evidencia científica a nivel local en torno al cáncer y la nutrición, que permitan continuar visibilizando la importancia de nuestra disciplina dentro del ámbito oncológico y colaboren en su divulgación dentro del equipo médico.
En este número de la revista, artículos como el de Manzur y Kohan destacan las limitaciones en la atención nutricional recibida por pacientes oncológicos, evidenciando el contraste hallado entre la necesidad del paciente de recibir asesoramiento nutricional vs. la derivación a un especialista en nutrición. Por otro lado, investigaciones como la que asocia el índice de Karnofsky con la evolución de pacientes con cáncer digestivo y la indicación de soporte nutricional subrayan la importancia de las herramientas de evaluación tanto para la funcionalidad del paciente como para el soporte nutricional adaptado al tipo de tumor. Estas contribuciones generan información clave para la práctica diaria de quienes trabajamos en este campo.
Finalmente, cito a Heráclito, quien nos recuerda que "Nada es permanente, excepto el cambio". Este pensamiento nos permite reflexionar sobre la necesidad de transformar continuamente el modelo de atención oncológica, adaptándonos a los avances y generando el conocimiento necesario para respaldar estos cambios fundamentales, con la nutrición como uno de sus pilares esenciales.


REFERENCIAS
  1. Sociedad Española de Oncología Médica. Guía SEOM. Recomendaciones en Cuidados Continuos Oncológicos. 2008. II Edición. Disponible en: https://www.seom.org/seomcms/images/stories/recursos/sociosyprofs/documentacion/socios/2008/guia_recomendacion.pdf
  2. Álvaro Sanz E, Garrido Siles M, Rey Fernández L, Villatoro Roldán R, Rueda Domínguez A, Abilés J. Nutritional risk and malnutrition rates at diagnosis of cancer in patients treated in outpatient settings: Early intervention protocol. Nutrition. 2019 Jan;57:148-153.
 
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