Vol.22 N°3 de 2021
EDITORIAL
ARTÍCULOS ORIGINALES - NUTRICIÓN
ARTÍCULOS ORIGINALES - DIABETES
ACTUALIZACIÓN - NUTRICIÓN
REVISIÓN - TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA
INDICE
|
|
|
Vol 22. N°3. 2021 | Julio-Septiembre de 2021 |
 |
ARTÍCULOS ORIGINALES - NUTRICIÓN
https://doi.org/10.48061/SAN.2021.22.3.71
Inadecuación de micronutrientes en adolescentes y adultos argentinos de población urbana. Resultados del Estudio Latinoamericano de Nutrición y Salud (ELANS)
INADEQUACY OF MICRONUTRIENTS IN ARGENTINE ADOLESCENTS AND ADULTS FROM THE URBAN POPULATION. RESULTS OF THE LATIN AMERICAN STUDY OF NUTRITION AND HEALTH (ELANS)
Brian M. Cavagnari1, Andrea Favieri2, Luciana Zonis2, Viviana Guajardo3, Alejandro Gerardi4, Mauro Fisberg5,Irina Kovalskys6, en representación del grupo ELANS
1 |
Médico pediatra, Prof. Universitario, Escuela de Nutrición, Facultad de Ciencias Médicas, Pontificia Universidad Católica Argentina, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina |
2 |
Lic. en Nutrición, Instituto para la Cooperación Científica en Ambiente y Salud, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina |
3 |
Lic. en Psicología, Instituto para la Cooperación Científica en Ambiente y Salud, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina |
4 |
Lic. en Sociología, Instituto para la Cooperación Científica en Ambiente y Salud, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina |
5 |
Médico pediatra, Prof. Universitario, Instituto Pensi, Fundação Jose Luiz Egydio Setubal, Sabará Hospital Infantil, Departamento de Pediatria, Escola Paulista de Medicina, Universidade Federal de São Paulo, Brasil |
6 |
Médica pediatra, Prof. Universitaria, Escuela de Nutrición, Facultad de Ciencias Médicas, Pontificia Universidad Católica Argentina, Instituto para la Cooperación Científica en Ambiente y Salud, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina |
Correspondencia: Brian M. Cavagnari
E-mail: bcavagna@gmail.com
Presentado: 10/05/21. Aceptado: 09/08/21
RESUMEN
Introducción: conocer la deficiencia de micronutrientes en
la ingesta es imprescindible para desarrollar estrategias de intervención y para evaluar programas destinados a mejorar el
estado nutricional.
Objetivos: determinar el consumo y la inadecuación de la ingesta de hierro, calcio, zinc, ácido fólico y vitaminas A, B12, C,
D y E en la dieta de la población argentina.
Materiales y métodos: la muestra fue de 1.266 individuos
(población urbana 15-65 años), estratificada por región,
edad, sexo y nivel socioeconómico (NSE). Los datos de ingesta
fueron recolectados con dos recordatorios de 24 horas (R24).
Resultados: el riesgo relativo (RR) de inadecuación de ingesta de
calcio, ácido fólico y vitamina B12 fue mayor para las mujeres. El
consumo y la inadecuación de hierro mostraron diferencias significativas por sexo (0,3% hombres, 11% mujeres). La inadecuación
de vitamina D fue casi del 100% para toda la muestra. Todos los
grupos etarios presentaron alta inadecuación de calcio y vitaminas
C, A y D. Adolescentes, adultos mayores de 50 años y población de
NSE bajo presentaron mayor RR de inadecuación de calcio (1,18;
1,21 y 1,17 respectivamente). Se observó una disminución significativa de la media de consumo de calcio (mg) (856,4; 770,5; 745,3),
vitaminas A (mcg) (643,6; 601,8; 536,2), C (mg) (54,2; 52,3; 44,8) y
D (mcg) (3,7; 3,7; 3,2) al disminuir el NSE. La inadecuación en calcio
aumentó significativamente con el índice de masa corporal.
Conclusiones: mejorar la ingesta de micronutrientes a través de
políticas públicas sobre educación alimentaria y desarrollo científico es una prioridad de salud pública.
Palabras clave: micronutrientes; dieta; Argentina; encuestas
nutricionales..
ABSTRACT
Introduction: knowing the deficiency of micronutrients intake
is essential to develop intervention strategies and to evaluate
programs aimed at improving nutritional status.
Objectives: to determine the consumption and inadequacy
of the intake of iron, calcium, zinc, folic acid and vitamins
A, B12, C, D and E, in the diet of the Argentine population.
Materials and methods: the sample consisted of 1,266
individuals (urban population 15-65 years old), stratified by
region, age, sex and socioeconomic level (SEL). Intake data
was collected with two 24-hour reminders (R24).
Results: the relative risk (RR) of inadequate intake of calcium, folic acid, and vitamin B12 was higher for women.
Iron consumption and inadequacy showed significant differences by sex (0.3% men, 11% women). Vitamin D inadequacy was almost 100% for the entire sample. All age
groups presented high prevalence of inadequacy in calcium
and vitamins C, A and D. Adolescents, adults over 50 years
and the low SEL population presented a higher RR of calcium inadequacy (1.18, 1.21 and 1.17, respectively). A significant decrease in the average consumption of calcium
(mg) (856.4, 770.5, 745.3), vitamins A (mcg) (643.6, 601.8,
536.2), C (mg) (54.2, 52.3, 44.8) and D (mcg) (3.7, 3.7, 3.2)
was observed as the SEL decreased. Calcium inadequacy increased significantly with the body mass index.
Conclusions: improving the intake of deficient micronutrients through public policies based on food education and
scientific development is a public health priority.
Key words: micronutrients; diet; Argentina; nutrition surveys.
INTRODUCCIÓN
Los micronutrientes (vitaminas, minerales y oligoelementos) son imprescindibles, aunque en mínimas cantidades, para una correcta regulación metabólica, un crecimiento y desarrollo normales, y para
el mantenimiento de la salud. La cantidad necesaria
de cada micronutriente no solo depende de su biodisponibilidad y vida media, sino también de factores propios del individuo como la edad, el sexo y el
estado hormonal1.
Como nuestro organismo no tiene la capacidad
de sintetizarlos, la ingesta de micronutrientes por
medio de la dieta es fundamental; su deficiencia
predispone a infecciones y se asocia con enfermedades graves e incluso la muerte2.
Si bien actualmente el principal foco de salud pú-
blica está puesto en la prevalencia del sobrepeso y la
obesidad en la población, la desnutrición y la obesidad
continúan coexistiendo como una carga dual, ya que
gran parte de los individuos no sigue una dieta que garantice la ingesta adecuada de micronutrientes. Como
su deficiencia es progresiva, no siempre puede diagnosticarse clínicamente hasta una etapa tardía lo que
genera una condición clínica de malnutrición oculta3.
La deficiencia de micronutrientes, definida como
una ingesta menor que el requerimiento promedio
estimado (RPE o EAR por sus siglas en inglés, estimated average requeriment) no es patrimonio exclusivo de los países en vías de desarrollo sino que
también es común en países desarrollados, y afecta
a aproximadamente a 2 mil millones de personas en
todo el mundo4. Estas deficiencias se deben principalmente a una ingesta dietética inadecuada, a una
deficiente calidad de los alimentos que conforman
la dieta y a una mínima diversidad en la ingesta5,6.
Según la última Encuesta Nacional de Nutrición y
Salud, los patrones alimentarios son inadecuados en
toda la población y en todas las regiones de Argentina, apreciándose un menor consumo de alimentos
saludables y un mayor consumo de aquellos alimentos no recomendados por las Guías Alimentarias
para la Población Argentina7.
Esta situación podría impactar directamente en
el consumo de vitaminas y minerales, por lo cual
conocer la deficiencia de micronutrientes en la población resulta imprescindible para el desarrollo de
estrategias de intervención, y para el monitoreo y
evaluación de aquellos programas destinados a mejorar el estado nutricional de las poblaciones más
vulnerables, que las que presentan los patrones alimentarios menos saludables7.
OBJETIVOS
El objetivo principal de este estudio es determinar el consumo de los principales micronutrientes
(hierro, calcio, zinc, ácido fólico y vitaminas A, B12,
C, D y E) en la dieta de la población urbana de
adultos de Argentina.
Los objetivos secundarios son:
• Estratificar el consumo de los principales micronutrientes por sexo, edad y nivel socioeconómico (NSE).
• Determinar el grado de inadecuación comparando la ingesta de cada micronutriente con la
recomendación en función de la edad, sexo y NSE.
• Determinar el porcentaje de inadecuación en
función del estado nutricional de la población.
MATERIALES Y MÉTODOS
El Estudio Latinoamericano de Nutrición y Salud
(ELANS) es un estudio transversal, multicéntrico,
realizado en una muestra representativa de la población urbana de ocho países de Latinoamérica (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Perú y Venezuela) con el objetivo de evaluar la
ingesta de alimentos y nutrientes, la antropometría
y la actividad física, entre marzo de 2014 y diciembre de 2015. Para este análisis solo se utilizaron los
datos correspondientes a la muestra de Argentina
referidos al Estudio Argentino de Nutrición y Salud
(EANS)8.
Todos los participantes firmaron un consentimiento
informado previo a su participación. Los adolescentes
firmaron un consentimiento más asentimiento.
El estudio ELANS está registrado en el Western
Institutional Review Board (#20140605) y en Clinical
Trials (#NCT02226627). El protocolo de EANS fue
aprobado por el Comité de Ética de la Asociación
Médica Argentina.
Participaron del estudio 1.266 individuos de 15
a 65 años de edad, seleccionados a través de un
muestreo aleatorio, polietápico, estratificado por
conglomerados (ciudades o aglomerado de ciudades), de manera tal que la muestra fuera representativa de la población urbana (más información puede
obtenerse de Fisberg, et al.8).
Los individuos fueron estratificados por sexo,
edad y NSE. Para la clasificación de NSE se aplicó
un cuestionario local, propuesto por la Comisión de
Enlace Institucional de la Asociación Argentina de
Marketing-Sociedad Argentina de Investigadores
de Marketing y Opinión- Cámara de Empresas de
Investigación Social y de Mercado (AAM-SAIMO-CEIM), que clasifica el NSE en siete categorías, las
que luego fueron reagrupadas en tres (alto, medio
y bajo)9. La muestra fue ponderada. La información
para dicho cálculo se tomó del Censo Poblacional
de 2010 y de la Encuesta Permanente de Hogares
2015 ajustada a las proyecciones de la población
para el año 201510,11.
Se invitaron a participar del estudio a todas aquellas personas que de manera aleatoria fueron sorteadas. Como criterio de exclusión, se contaron quienes
no firmaron el consentimiento, menores de 15 o mayores de 65 años, mujeres embarazadas y lactantes,
individuos con deficiencias físicas o mentales que
afectaran su estado nutricional o su ingesta de alimentos, adolescentes sin el consentimiento de un padre o tutor legal e individuos incapacitados para leer.
Las mediciones antropométricas de peso corporal y talla se recogieron de acuerdo con procedimientos estandarizados7. La categorización del índice de masa corporal (IMC) en adolescentes (de 15
a 19 años) se basó en los puntos de corte del IMC
para la edad y el sexo de la Organización Mundial
de la Salud (OMS)12 para el bajo peso (IMC para la
edad <-2SD), peso normal (-2SD≥ IMC para edad
≤1 DE), sobrepeso (1SD≥ IMC para edad ≤2 DE) y
categorías de obesidad (IMC para edad >2SD). Para
adultos (mayores de 19 años), el IMC se clasificó
como bajo peso (<18,5 kg/m2), peso normal (18,5-
24,9 kg/m2), sobrepeso (25-29,9 kg/m2) y obesidad
(≥30,0 kg/m2)13.
Los datos de ingesta fueron recolectados con
dos recordatorios de 24 horas (R24) mediante dos
visitas, en días no consecutivos (3-5 días). Un día
hábil y un día de fin de semana para asegurar así
la representatividad de todos los días de la semana,
distribuidos aleatoriamente. Se utilizó el Método de
Pasos Múltiples que consiste en una entrevista guiada en cinco etapas para mejorar la precisión de la
información obtenida14.
La entrevista se realizó cara a cara en el domicilio
por un entrevistador capacitado. Con el fin de mejorar la precisión de los datos, se uso una guía visual
de alimentos y nutricionistas capacitados convirtieron las cantidades reportadas en medidas caseras y
luego en gramos (g) y mililitros (mL)15.
Se utilizó el software NDS (Nutrition Data System
for Research Software, versión 2013, NDS-R, Minnesota University, MN, EE.UU.) para cargar y analizar los datos. Este programa permitió obtener, de la
información cargada de alimentos y bebidas, los valores de energía, macronutrientes y micronutrientes
(más información de la metodología de evaluación
y estandarización de ingesta puede encontrarse en
Kovalskys, et al.16). El análisis de la ingesta diaria habitual de micronutrientes se estimó con el Multiple
Source Method (MSM), a través de la herramienta
en línea desarrollada por la European Prospective
Investigation into Cancer and Nutrition17.
La prevalencia de inadecuación se calculó utilizando las ingestas dietéticas de referencia (IDR) propuestas por el Instituto de Medicina de los Estados
Unidos (Institute of Medicine, IOM)18.
Se utilizó el requerimiento promedio estimado
(RPE) como punto de corte para calcular la inadecuación de las vitaminas E, D, A y C, ácido fólico y
calcio. El RPE es la ingesta diaria promedio estimada para satisfacer los requerimientos de la mitad de
los individuos sanos de una población según edad y
sexo (Tabla 1).
El porcentaje de inadecuación se calculó para
cada individuo de la muestra comparando el consumo del micronutriente correspondiente (por ejemplo, vitamina C) con el RPE de ese micronutriente.
Adicionalmente se calculó el % de individuos con
inadecuación reportando así el porcentaje de personas que no alcanzaba la recomendación para ese
micronutriente.
En el caso del hierro se empleó el método probabilístico para estimar la ingesta inadecuada debido
a que la distribución de los requerimientos de este
nutriente no es simétrica, condición necesaria para
aplicar el RPE como punto de corte. El enfoque de
probabilidad aplica una función continua de riesgo/
probabilidad a la ingesta estimada de cada individuo
y luego promedia las probabilidades individuales en
la población o el grupo19,20.
Los análisis estadísticos se realizaron de acuerdo
al sexo (femenino y masculino), grupos de edad (15-
19 años, 20-34 años, 35-49 años y 50-65 años) y
NSE (alto, medio y bajo).
Específicamente se evaluó el efecto de la edad,
sexo y NSE en el consumo de micronutrientes usando ANOVA para las comparaciones entre más de
dos grupos, Prueba T para la igualdad de medias
para muestras independientes (Sig bilateral - % del
intervalo de confianza 95%) y para las comparaciones entre dos grupos, y se incorporó al análisis la
ponderación (pesos de muestra) y ajuste por grupos
y estratos del diseño muestral complejo. Los resultados se consideraron significativos con una p<0,05.
Para variables nominales dicotómicas se utilizó
odds ratio (OR) y riesgo relativo (RR) como medidas
de asociación. En este estudio se midió la asociación
entre sexo/edad/NSE e inadecuación (no alcanzan/
alcanzan la recomendación de consumo). Cuando
a variable no era dicotómica (edad y NSE), se dicotomizaron las categorías (edad 15 a 19=Sí/No, etc.).
Los datos se analizaron con el paquete IBM SPSS
Statistics versión 20.0.0 para Windows.
Tabla 1: Requerimiento promedio estimado (RPE) por rango de edad y sexo |
|
 |
|
mg: miligramos; mcg: microgramos.
Fuente: Institute of Medicine. 2011. Dietary reference intakes for calcium and vitamin D. Washington, DC: The National Academies
Press. https://doi.org/10.17226/13050. |
RESULTADOS La Tabla 2 muestra el consumo de micronutrientes en función del sexo. Se puede apreciar que el
RR es superior para las mujeres, quienes presentan
una inadecuación mayor que los hombres para el
calcio, ácido fólico y vitamina B12. Por su parte, los
hombres presentan una mayor inadecuación de las
vitaminas A y C. No hay diferencias significativas
en la inadecuación del resto de los micronutrientes
evaluados en función del sexo, aunque se observan diferencias significativas en el consumo. Cabe
destacar que la inadecuación de vitamina D es casi
del 100% en ambos sexos por lo que no pueden
aplicarse los estadísticos que autorizan a analizar las
diferencias de inadecuación.
Tanto el consumo como la inadecuación de hierro muestran diferencias significativas por sexo. La
prevalencia de inadecuación es del 0,3% en hombres y del 11% en mujeres.
En la Tabla 3 se aprecia el consumo de micronutrientes en los distintos grupos etarios del estudio;
se comparan los consumos medios y se realiza un
cálculo de riesgo de inadecuación respecto del RPE.
Existen diferencias significativas en el consumo por
edad para todos los micronutrientes evaluados con
excepción de las vitaminas A y B12. Para el cálculo de inadecuación, se observan altas prevalencias
para todos los grupos de edad en el caso del calcio
(59,5-77%), vitamina C (76-84,4%), vitamina A
(48,6-51,5%) y vitamina D (98-100%). La adolescencia y la adultez por encima de 50 años son los
grupos que muestran riesgo incrementado para inadecuación de calcio.
La Tabla 4 resume el consumo promedio y el
porcentaje de inadecuación de micronutrientes en
relación al NSE de la población. Es interesante observar que, con excepción del zinc y la vitamina E,
se aprecia una disminución en la media de consumo
al disminuir el NSE, la cual resulta significativa para
las vitaminas A, C, D y para el calcio. Se observa
alta inadecuación de vitamina D en todos los NSE.
La población de NSE bajo muestra un RR significativamente incrementado respecto de la inadecuación
de vitamina A y calcio.
Al analizar el consumo de micronutrientes según el estado nutricional de los individuos, se aprecia que, en las mujeres, el porcentaje de inadecuación de calcio es mayor a medida que aumenta el
IMC: 65,22%, 73,88%, 78,87% y 81,25% para
bajo peso, peso normal, sobrepeso y obesidad,
respectivamente. El mismo análisis se realizó para
hierro, vitamina C y vitamina A, sin apreciarse diferencias significativas.
Tabla 2: Consumo de micronutrientes ajustados por Multiple Source Method (MSM) por sexo. Datos ponderados |
|
 |
|
MSM: Multiple Source Method16; IC 95%: intervalo de confianza 95%; RR: riesgo relativo; DS: desvío standard; mg: miligramos;
mcg: microgramos. Prueba T para la igualdad de medias para muestras independientes (Sig bilateral - % del intervalo de confianza
95 %). ** NA: no aplica. Datos calculados según método probabilístico para estimar la ingesta inadecuada18,19. |
Tabla 3: Consumo de micronutrientes ajustados por Multiple Source Method (MSM) por edad. Datos ponderados |
|
 |
|
MSM: Multiple Source Method16; IC 95%: intervalo de confianza 95%; RR: riesgo relativo; DS: desvío standard; NA: no aplica; mg:
miligramos, mcg: microgramos. *Test ANOVA de un factor. Prueba T para la igualdad de medias para muestras independientes
(Sig bilateral - % del intervalo de confianza 95%). ** Datos calculados según método probabilístico para estimar la ingesta
inadecuada18,19. |
Tabla 4: Consumo de micronutrientes ajustados por Multiple Source Method (MSM) por nivel socioeconómico (NSE).
Datos ponderados |
|
 |
|
MSM: Multiple Source Method16; NSE: nivel socio económico; IC 95%: intervalo de confianza 95%; RR: riesgo relativo; DS: desvío
standard; NA: no aplica; mg: miligramos; mcg: microgramos. Test ANOVA de un factor. *Prueba T para la igualdad de medias para
muestras independientes (Sig bilateral - % del intervalo de confianza 95%). ** Datos calculados según método probabilístico para
estimar la ingesta inadecuada18,19. |
DISCUSIÓN
En líneas generales existe una ingesta inadecuada de micronutrientes en la población argentina, en
particular de vitaminas A, C y D, hierro y calcio. Los
grupos más vulnerables son las mujeres, quienes
tienen mayor riesgo de inadecuación de hierro, ácido fólico, calcio y vitamina B12; los adolescentes y
adultos mayores tienen mayor inadecuación de calcio, y la población con menor NSE presenta mayor
inadecuación de calcio y vitamina A en comparación
con el resto de la población.
Toda la población, independientemente del
sexo, edad y NSE, presenta entre un 99 y un 100%
de inadecuación para la vitamina D.
Como contrapartida, la inadecuación de zinc en
Argentina es muy baja (menor al 3%), lo cual no es
de extrañar considerando que la carne y los productos
cárnicos (de alto consumo en nuestra población) son
uno de los principales proveedores de zinc a la dieta21.
Para el resto de los micronutrientes evaluados,
el nivel de inadecuación parece relacionarse con la
edad, sexo, estado nutricional o NSE.
Los hombres presentan una mayor inadecuación
de vitaminas A y C en comparación con las mujeres.
Por su parte, las mujeres presentan una mayor prevalencia de inadecuación que los hombres para el hierro (11% vs 0,3%), calcio (74,7% vs 59,3%), ácido
fólico y vitamina B12. La mayor inadecuación para las
vitaminas A y C en los varones podría deberse a un
menor consumo de fruta tanto en cantidad como en
variedad, hallazgo reportado por otros autores22.
Más allá de esto, como el RPE de vitaminas A y
C es mayor en los varones y el RPE de hierro y calcio
es mayor en las mujeres, estos resultados podrían
indicar que no existe un ajuste de la dieta en función
del requerimiento por sexo a pesar de existir recomendaciones dietarias diferentes.
Por otro lado, aunque el RPE de ácido fólico y vitamina B12 no varía en función del sexo, se aprecia
una mayor inadecuación -aunque baja- de ambos micronutrientes en las mujeres (12,6% vs 3,6% para el
ácido fólico y 6,5% vs 1,5% para la vitamina B12).
Estos datos son consistentes con los hallados en
otros países como el Reino Unido, donde el consumo de vitamina B12, ácido fólico, hierro y calcio en
las mujeres también fue significativamente menor
que el de los hombres de 20 a 59 años, mientras
que la ingesta de vitamina A fue significativamente
menor entre los hombres que entre las mujeres de
esta categoría de edad23.
Como contrapartida, mientras que en el Reino
Unido la ingesta diaria promedio de vitaminas D y
E fue significativamente mayor en los hombres, en
este trabajo no se hallaron diferencias estadísticamente significativas en función del sexo, aunque es
importante destacar el déficit de consumo en toda
la población.
Un análisis recientemente reportado por el grupo ELANS analiza los alimentos fuente de micronutrientes para ocho países de Latinoamérica. La media de inadecuación se encuentra cercana al 45%
para vitamina A, 35% para vitamina C, 100% para
vitaminas D y E, y 82% para calcio. Argentina presenta menor inadecuación de calcio y mayor de vitaminas C y A en comparación con los ocho países
agrupados. Además, los resultados muestran que la
leche, el queso, el pescado/los mariscos, los panes y
los jugos/bebidas de frutas se encuentran entre las
cinco fuentes principales para cada uno de los 10
nutrientes deficitarios examinados24.
Si bien existe la tendencia de informar la ingesta
de micronutrientes con rangos de edad muy amplios (niños vs adultos), es muy importante hacer un
análisis más detallado de los distintos grupos etarios
para apreciar las diferencias existentes, especialmente entre los adultos jóvenes y los adultos mayores, donde tanto la ingesta como la inadecuación
ubican a estos dos grupos como de mayor riesgo en
comparación con la población adulta.
En nuestro estudio no apreciamos diferencias
significativas en la inadecuación de ácido fólico (entre 4,2 y 10,1%) ni de las vitaminas A (entre 48,6
y 51,5%), B12 (entre 3,0 y 5,4%) y D (entre 98 y
100%) en función de la edad. Esto difiere de resultados del Reino Unido que señalan que los adultos
menores de 20 años tienen una ingesta significativamente menor de vitaminas A y D, y significativamente mayor de vitamina B12 en comparación con
los adultos mayores4.
Si bien la inadecuación de calcio es alta en todos
los grupos etarios, es mayor en el grupo de 15 a 19
años (77,2%) y en el de 50 a 65 años (77%), en
comparación con los valores hallados en los grupos
de 20 a 34 años y de 35 a 49 años (59,5% y 63,5%,
respectivamente). Esto podría deberse a que el RPE
de calcio es mayor en los adolescentes y en las mujeres posmenopáusicas. Vale la pena destacar que la
adolescencia es un momento en el que se producen
un crecimiento y desarrollo significativos, lo que aumenta la demanda de muchos micronutrientes, por
lo que podría llevar a tener ingestas por debajo de
las recomendaciones25.
De igual manera, el RPE de hierro es mayor para
las mujeres en edad fértil, lo cual podría explicar la
mayor inadecuación observada en el grupo de 20 a
34 años (7,1%) y de 35 a 49 años (8%), por sobre
la presente en los grupos de 15 a 19 años (4,3%) y
de 50 a 65 años (1,8%). Las mujeres en edad fértil
merecen una especial atención debido al impacto
que la ingesta deficiente de algunos micronutrientes podría tener en la salud de sus descendientes.
Como muchos embarazos no son planificados, un
objetivo crucial de salud pública debería ser mejorar
el estado nutricional de todas las mujeres en edad
de procrear25.
Está descripto que las personas con obesidad
presentan una mayor inadecuación en la ingesta de
varios micronutrientes como hierro, ácido fólico y vitaminas B6, B12 y D, lo cual podría indicar que existe
una mayor demanda de micronutrientes en la obesidad o que aquellas personas con obesidad tienden a
consumir una dieta menos rica en micronutrientes26.
También se ha sugerido una asociación inversa entre
la obesidad y los niveles circulantes de 25(OH) vitamina D en sangre debido a la deposición de vitamina D
en el tejido adiposo27. En nuestro estudio solo hallamos una relación inversamente proporcional entre la
ingesta de calcio y el IMC en las mujeres.
El NSE se asocia con desigualdades en salud, lo
cual incluye la calidad de la dieta28. Los datos de una
revisión sistemática de 18 publicaciones europeas
señalan que existe una asociación directa entre el
NSE y una adecuada ingesta de micronutrientes29.
En consonancia, un estudio reciente realizado en
China, con marcadas diferencias culturales y dietéticas, también mostró que el consumo de la mayoría
de los micronutrientes disminuía con el NSE30. Recientemente se ha descripto que, en Argentina, la
población con menor NSE consume una dieta más
alta en energía y más pobre en nutrientes31. Nuestro estudio refleja una inadecuación inversamente
proporcional al NSE para la vitamina A (57,5% en el
NSE bajo, 45,4% en el medio y 27,7% en el alto) y el
calcio (73,1% en el NSE bajo, 63,9% en el medio y
52,1% en el alto). Esto podría deberse a una menor
ingesta de lácteos, ya que más allá del contenido
de calcio, en Argentina los lácteos están fortificados
con vitaminas A y D. En coincidencia con nuestros
hallazgos, la revisión sistemática de Novakovic et al.
muestra una menor ingesta de calcio en los grupos
con NSE bajo, con excepción de los hombres espa-
ñoles y las mujeres de los Países Bajos29.
No encontramos diferencias significativas en la
inadecuación del hierro en función del NSE (5,1%
en el NSE bajo, 6,1% en el medio y 5,5% en el alto).
Esto coincide con algunos resultados reportados en
España32, pero no con los reportados en otros paí-
ses29, que informan un menor consumo de hierro en
aquellos individuos con NSE más bajo.
Como en todos los estudios que evalúan una exposición dietética utilizando datos autoinformados, los
análisis de este estudio tienen algunas limitaciones.
Para reflejar la ingesta habitual de micronutrientes,
en el presente estudio se utilizaron dos recordatorios
de 24 horas, lo cual podría resultar insuficiente para
estimar la prevalencia de cada insuficiencia (comparación de los niveles medios absolutos de ingesta con
los valores de referencia)29. Otra limitación de los recordatorios de 24 horas es que podrían subestimar la
ingesta de algunos micronutrientes, particularmente aquellos presentes en alimentos con una mayor
densidad energética (por ejemplo, productos lácteos), dada la tendencia de la población a subinformar la ingesta25. Además es importante considerar
que el consumo es una de las múltiples variables
que se asocian con el estado nutricional, siendo los
estudios de biodisponibilidad y que incluyen marcadores biológicos los que serían deseables de realizar
para comprender la relación entre consumo y estado nutricional33. Finalmente debe tenerse en cuenta
que los resultados del estudio aplican solo para la
población urbana de Argentina, la cual representa
más del 90% de la población total10.
Asimismo, este estudio tiene la fortaleza de haber analizado la composición nutricional de la dieta
argentina con una metodología validada y estandarizada que refleja el consumo habitual de macro y
micronutrientes, relevado con una metodología estandarizada que otorga mayor fiabilidad.
En un país donde la población presenta claras
deficiencias en algunos micronutrientes, deberían
implementarse medidas de salud pública tendientes a mejorar la calidad de la dieta, lo cual no solo
protegerá el estado actual de salud de la población,
sino que ayudará a prevenir enfermedades crónicas
y mejorar la productividad económica4. En este contexto, es importante remarcar que, cuando se aliente a la población a reducir el consumo de energía
(dado el actual entorno obesogénico), se lo haga
garantizando un adecuado perfil de micronutrientes
en la dieta4. Finalmente, podría lograrse una mejora
en la ingesta de aquellos micronutrientes deficitarios a nivel poblacional a través de políticas públicas
que contribuyan tanto con la educación alimentaria
como con el desarrollo de la ciencia y la tecnología,
como es el caso de la fortificación de alimentos (harinas fortificadas con hierro y calcio, cereales para el
desayuno con ácido fólico y vitamina D, entre otros).
Financiamiento
El estudio Argentino de Nutrición y Salud recibió
un apoyo parcial de una beca científica de FEMSA y
del Instituto Internacional de Ciencias de la Vida en
Argentina y de la Universidad ISALUD para el estudio
de campo entre 2014 y 2016. Los patrocinadores no
tuvieron rol alguno en el diseño del estudio, en la
recolección, análisis o interpretación de los datos ni
en la decisión de publicar los resultados. El análisis
de estos datos y la redacción de este manuscrito no
recibieron financiamiento alguno.
Agradecimientos
María Paz Amigo, Ximena Janezic, Sol McMullen,
Cecilia Casanova, Mariana Pelipenko y Tamara Ramí-
rez por su valioso trabajo como Nutricionistas en el
estudio. Los Integrantes del EANS agradecen a todo
el equipo del Estudio Latinoamericano de Nutrición y
Salud (ELANS): Mauro Fisberg, Georgina Gómez Salas, Attilio Rigotti, Lilia Yadira Cortés Sanabria, Martha Cecilia Yépez García, Rossina Gabriella Pareja Torres y Marianella Herrera-Cuenca. Asesores externos:
Berthold Koletzko, Luis A. Moreno, Michael Pratt,
Katherine L. Tucker y Regina Mara Fisberg. Coordinadores de proyecto: Viviana Guajardo e Ioná Zalcman
Zimberg. Agradecimiento especial a los miembros del
Instituto para la Cooperación Científica en Ambiente
y Salud (ICCAS) y a Clara Rubinstein (presidente) junto con Fernando Cardini. El equipo EANS agradece
la valiosa contribución de Myriam Etcheverry, Martín
Langsman y Jorge Debanne de la Universidad ISALUD,
quienes aportaron profesionales de la Carrera de Nutrición y la Maestría en Tecnología de Alimentos, cuya
contribución para la supervisión del trabajo de campo
y la carga de datos ha sido invalorable, además de la
colaboración de Nicolás Geiman en la lectura, edición
y formato final del manuscrito.
Conflictos de interés: Brian M. Cavagnaria es
responsable del área científica de HCP, Nutricia. Mauro Fisbergc y Brian M. Cavagnaria recibieron honorarios por consultoría de compañías biotecnológicas,
farmacéuticas y de alimentos y bebidas. También recibieron honorarios por consultoría y financiamiento
de estudios de investigación sin restricción alguna,
de entidades no lucrativas. Ninguna de las entidades
mencionadas tuvo rol alguno en el diseño ni en la
preparación del presente manuscrito. La Dra. Irina
Kovalskys, directora de la Revista Actualización en
Nutrición, declara que el proceso de revisión de este
artículo ha sido dirigido por uno de los miembros
del Comité Editorial en su reemplazo, a doble ciego
y revisado por revisores independientes.
REFERENCIAS
1. Abeywickrama HM, Koyama Y, Uchiyama M, et al. Micronutrient status in Sri Lanka: A Review. Nutrients 2018; 10.
2. Nations FaAOotU. The state of food insecurity in the world
2004. Rome: Food and Agriculture Organization of the United Nations. 2004.
3. Biesalski HK JT. Micronutrients in the life cycle: requirements
and sufficient supply. NFS Journal. 2018.
4. Derbyshire E. Micronutrient Intakes of British adults across
mid-life: a secondary analysis of the UK National Diet and
Nutrition Survey. Front Nutr 2018; 5:55.
5. Shalini T, Sivaprasad M, Balakrishna N, et al. Micronutrient
intakes and status assessed by probability approach among
the urban adult population of Hyderabad city in South India.
Eur J Nutr 2019; 58:3147-59.
6. Gómez G, Fisberg RM, Nogueira-Previdelli A, et al. Diet quality and diet diversity in eight Latin American countries. Results from the Latin American Study of Nutrition and Health
(ELANS). Nutrients 2019; 11.
7. Segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS2);
2019. República Argentina: Ministerio de Salud y Desarrollo
Social 2019.
8. Fisberg M, Kovalskys I, Gómez G, et al. Latin American Study
of Nutrition and Health (ELANS): rationale and study design.
BMC Public Health 2016; 16:93.
9. AAM-SAIMO-CEIM CdEI. Nivel socioeconómico. Antecedentes, marco conceptual, enforque metodológico y fortalezas.
Comisión de Enlace Institucional AAM-SAIMO-CEIM: Buenos
Aires, Argentina. 2006.
10. INDEC. Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas
2010. Censo del Bicentenario. Resultados definitivos. Instituto Nacional de Estadística y Censos. Buenos Aires, Argentina.
2012; Serie B Nº 2. Tomo 1, 1º Ed.
11. INDEC. Encuesta Permanente de Hogares (EPH).
12. de Onis M, Onyango AW, Borghi E, Siyam A, Nishida C,
Siekmann J. Development of a WHO growth reference for
school-aged children and adolescents. Bull World Health Organ 2007; 85:660-7.
13. Salud OMdl. Obesidad y sobrepeso (5 de agosto 2021).
14. Moshfegh AJ, Rhodes DG, Baer DJ, et al. The US Department
of Agriculture Automated Multiple-Pass Method reduces
bias in the collection of energy intakes. Am J Clin Nutr 2008;
88:324-32.
15. Argentina I. Guía visual de porciones y pesos de alimentos.
2014; 1º Ed.
16. Kovalskys I, Fisberg M, Gómez G, et al. Standardization
of the food composition database used in the Latin American Nutrition and Health Study (ELANS). Nutrients. 2015;
7:7914-24.
17. Harttig U, Haubrock J, Knuppel S, Boeing H, Consortium E.
The MSM program: web-based statistics package for estimating usual dietary intake using the Multiple Source Method.
Eur J Clin Nutr 2011; 65 Suppl 1:S87-91.
18. Trumbo P, Yates AA, Schlicker S, Poos M. Dietary reference intakes: vitamin A, vitamin K, arsenic, boron, chromium, copper,
iodine, iron, manganese, molybdenum, nickel, silicon, vanadium, and zinc. J Am Diet Assoc 2001; 101:294-301.
19. Medicine FaNBIo. Dietary reference intakes: applications in
dietary assessment. National Academy Press. 2000; Washington, D.C.: 73-105, and 203-31.
20. Carriquiry AL. Assessing the prevalence of nutrient inadequacy. Public Health Nutr 1999; 2:23-33.
21. Olza J, Aranceta-Bartrina J, González-Gross M, et al. Reported dietary intake and food sources of zinc, selenium, and
vitamins A, E and C in the Spanish population: Findings from
the ANIBES Study. Nutrients 2017; 9.
22. Conklin AI, Forouhi NG, Suhrcke M, Surtees P, Wareham NJ,
Monsivais P. Variety more than quantity of fruit and vegetable intake varies by socioeconomic status and financial hardship. Findings from older adults in the EPIC cohort. Appetite
2014; 83:248-55.
23. Derbyshire E. Micronutrient intakes of British adults across
Mid-Life: a secondary analysis of the UK National Diet and
Nutrition Survey. Front Nutr 2018; 5:55.
24. Barco-Leme AC, Fisberg RM, Veroneze de Mello A, et al.
Food sources of shortfall nutrients among Latin Americans:
results from the Latin American Study of Health and Nutrition (ELANS). Int J Environ Res Public Health 2021; 18.
25. Miller R SA, Stanner S. Micronutrient status and intake in the
UK. Where might we be in 10 years' time? British Nutrition
Foundation 2016; Nutrition Bulletin:14-41.
26. Damms-Machado A, Friedrich A, Kramer KM, et al. Pre and
postoperative nutritional deficiencies in obese patients undergoing laparoscopic sleeve gastrectomy. Obes Surg 2012;
22:881-9.
27. Kienreich K, Tomaschitz A, Verheyen N, et al. Vitamin D and
cardiovascular disease. Nutrients 2013; 5:3005-21.
28. Darmon N, Drewnowski A. Does social class predict diet quality? Am J Clin Nutr 2008; 87:1107-17.
29. Novakovic R, Cavelaars A, Geelen A, et al. Socio-economic
determinants of micronutrient intake and status in Europe:
a systematic review. Public Health Nutr 2014; 17:1031-45.
30. Liu Z, Zhao L, Man Q, Wang J, Zhao W, Zhang J. Dietary
micronutrients intake status among Chinese elderly people
living at home. Data from CNNHS 2010-2012. Nutrients.
2019; 11.
31. Kovalskys I, Cavagnari BM, Zonis LN, et al. Poverty as a determinant of food quality in Argentina. Results of the Argentine Study of Nutrition and Health (EANS). Nutr Hosp 2020;
37:114-22.
32. Lasheras C, Patterson AM, Casado C, Fernández S. Effects
of education on the quality of life, diet, and cardiovascular
risk factors in an elderly Spanish community population. Exp
Aging Res 2001; 27:257-70.
33. Drake EA. Micronutrient Inadequacies in the US population:
An overview. 2012.
|
|