Vol.22 N°1 de 2021
EDITORIAL
ARTÍCULOS ORIGINALES - ALIMENTOS
ARTÍCULOS ORIGINALES - OBESIDAD
REVISIÓN - ALIMENTOS
INDICE
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Vol 22. N°1. 2021 | Enero-Marzo de 2021 |
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ARTÍCULOS ORIGINALES - OBESIDAD
https://doi.org/10.48061/SAN.2021.22.1.9
Fenotipo de comportamiento alimentario y emociones como predictores de ganancia de peso durante el confinamiento por COVID-19
Eating behavior phenotypes and emotions as predictors of weight gain during COVID-19 confinement
Vanesa Érica Anger1,2, María Teresa Panzitta1,2,3, Laura Kalfaian1,3, Johanna Pees Labory1,3, Salomé Genovesi1, María Cristina Gamberale1,4, Marcos Alejandro Mayer1,5,6
1 |
Grupo de Trabajo Comportamiento Alimentario y Psicología, Sociedad Argentina de Nutrición, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina |
2 |
Centro Katz, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina |
3 |
Equipo de Desórdenes Alimentarios y Obesidad, Departamento de Salud Mental, Hospital Durand, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina |
4 |
Sección Nutrición, Hospital Italiano de Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina |
5 |
Fundación Centro de Salud e Investigaciones Médicas (CESIM), Santa Rosa, La Pampa, Argentina |
6 |
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Ciudad de Buenos Aires, Argentina |
Correspondencia: Vanesa Érica Anger
E-mail: veanger@gmail.com
Presentado: 20/11/20. Aceptado: 13/03/2
RESUMEN
Introducción: las situaciones con alta carga emotiva pueden
favorecer la ganancia de peso.
Objetivos: evaluar la asociación entre el fenotipo de comportamiento alimentario y la percepción de emociones y
sentimientos con la ganancia de peso en el contexto de la
pandemia por COVID-19.
Materiales y métodos: estudio transversal, descriptivo, realizado a través de un cuestionario online en adultos residentes
en Argentina. Se evaluaron antecedentes demográficos, datos
antropométricos, nivel de actividad física, hábitos de sueño y
fenotipo de comportamiento alimentario. Se indagó respecto del incremento en la percepción de diferentes emociones y
sentimientos durante el período de confinamiento obligatorio.
Resultados: se seleccionaron 2.619 participantes (84,9% mujeres, media de edad de 39,27±15,21 años). El 40,3% de los
encuestados manifestó haber aumentado de peso durante el
confinamiento. El 77,3% de los sujetos presentó algún tipo de
alteración en el sueño. Los principales sentimientos y emociones
que se expresaron e incrementaron fueron ansiedad (50,7% de
los participantes), desmotivación (45,1%) y tristeza (38,9%). La
disminución de la actividad física durante el confinamiento obligatorio y el índice de masa corporal al inicio del mismo se asociaron a ganancia de peso (p=0,066). El fenotipo de comportamiento alimentario comedor hedónico predijo la ganancia de
peso (B=0,408). El incremento en la percepción de aburrimiento
(B=0,255), desmotivación (B=0,244) y ansiedad (B=0,409) durante el confinamiento también se asoció a ganancia de peso durante
este período, mientras que quienes manifestaron incremento en la
percepción de fortaleza presentaron un menor riesgo (B=-0,536).
Conclusiones: el fenotipo de comportamiento alimentario
comedor hedónico y la percepción de emociones negativas
se asociaron a ganancia de peso en el contexto de confinamiento obligatorio. Esto resalta la importancia del abordaje de
los aspectos emocionales y la identificación de los fenotipos
comportamentales de ingesta individual a fin de promover estrategias de prevención adecuadas.
Palabras clave: COVID-19; obesidad; comedor hedónico; fenotipo comportamental alimentario.
ABSTRACT
Introduction: situations characterized by a high emotional
load might favor weight gain.
Objectives: the aim of the present study was to evaluate the
association between eating behavior phenotype, emotions
and feelings perception and weight gaining in the context of
COVID-19 pandemia.
Materials and methods: a transversal, descriptive study
was carried out by means of an online survey on adults participants, residents in Argentina. The evaluation consisted of
demographic and anthropometric data, physical activity level,
sleep habits and eating behavior phenotype. The increase in
the perception of different emotions and feeling during the
confinement was evaluated.
Results: 2,619 participants (84.9 females, mean age
39.27±15.21 year old). 40.3% of the subjects reported having gained weight during the confinement. 77.3% of the
subjects showed some sort of sleep disturbance. The main
feelings and emotions that were reported to have increased
were anxiety (50.7%), demotivation (45.1%) and sadness
(38.9%). Logistic regression model evidenced that the diminishment in physical activity during the confinement, as
well as basal body mass index were associated to weight
gain. The hedonic eater eating behavior phenotype predicted weight gain (B=0,408).The increase in the perception
of boring (B=0,255), demotivation (B=0,244) and anxiety
(B=0,409) during the confinement was also associated to
weigh gain during this period, meanwhile those who experienced an increase in the feeling of strength presented a
lower risk (B=-0,536).
Introduction: situations characterized by a high emotional
load might favor weight gain.
Objectives: the aim of the present study was to evaluate the
association between eating behavior phenotype, emotions
and feelings perception and weight gaining in the context of
COVID-19 pandemia.
Materials and methods: a transversal, descriptive study
was carried out by means of an online survey on adults participants, residents in Argentina. The evaluation consisted of
demographic and anthropometric data, physical activity level,
sleep habits and eating behavior phenotype. The increase in
the perception of different emotions and feeling during the
confinement was evaluated.
Results: 2,619 participants (84.9 females, mean age
39.27±15.21 year old). 40.3% of the subjects reported having gained weight during the confinement. 77.3% of the
subjects showed some sort of sleep disturbance. The main
feelings and emotions that were reported to have increased
were anxiety (50.7%), demotivation (45.1%) and sadness
(38.9%). Logistic regression model evidenced that the diminishment in physical activity during the confinement, as
well as basal body mass index were associated to weight
gain. The hedonic eater eating behavior phenotype predicted weight gain (B=0,408).The increase in the perception
of boring (B=0,255), demotivation (B=0,244) and anxiety
(B=0,409) during the confinement was also associated to
weigh gain during this period, meanwhile those who experienced an increase in the feeling of strength presented a
lower risk (B=-0,536).
Conclusions: the hedonic eater eating behavior phenotype
and the perception of negative emotions were associated to
weight gaining in the context of the confinement. This remarks the importance of the addressing emotional aspects
and identifying individual eating behavior phenotypes in order to promote adequate preventive strategies.
Key words: COVID-19; obesity; hedonic eater, eating behavior phenotypes.
INTRODUCCIÓN
El comportamiento alimentario constituye un pilar
fundacional en el desarrollo de la patología alimentaria. En su estudio se han descripto factores biológicos,
psicológicos, físicos, económicos y sociales que modulan la toma de decisiones acerca de qué, cuándo,
cuánto y cómo realizar una elección alimentaria1.
La ingesta homeostática o por placer, la manera en
que se percibe la propia imagen corporal, los hábitos
de sueño, el movimiento corporal, la actividad física y
las interacciones sociales explican en gran medida la
construcción de la toma de decisiones relacionadas
con el acto de comer. Así, los individuos gestan su
comportamiento alimentario producto de su biología
y entorno psicosocial2.
En la actualidad, bajo la pandemia de enfermedad
por SARS-CoV-2 (del inglés, severe acute respiratory
syndrome coronavirus 2) el mundo está atravesando
una crisis sanitaria de significado sin precedentes. En
Argentina, el 3 de marzo de 2020 se dio a conocer
el primer caso confirmado de enfermedad por coronavirus. El enfoque sanitario temprano y estricto con
implementación de un aislamiento social, preventivo
y obligatorio (cuarentena) sobre el país, con flexibilización por regiones luego de 46 días, fue la herramienta
sanitaria inicial utilizada para enfrentar la pandemia.
La cuarentena impuesta se tornó como una situación
traumática para muchas personas, en la cual las pérdidas afectivas y económicas, el aislamiento social, la ausencia de contacto corporal y la afectación de la sensorialidad olfativa (hiposmia o anosmia por SARS-CoV-2)
se constituyeron en cotidianeidad y, en muchos casos,
con repercusión psicofísica negativa en las personas favoreciendo la necesidad de gratificaciones inmediatas.
La evidencia señala que múltiples emociones básicas
o combinaciones de las mismas (enojo, ansiedad, tristeza, aburrimiento, soledad, etc.) pueden actuar como
desencadenantes de comportamientos ingestivos no
saludables, aún en ausencia de hambre homeostática3.
Diversos trabajos demostraron la importancia de
los factores clásicamente vinculados a la ganancia
de peso como el sedentarismo, la disminución de la
actividad física4-6 y el consumo de alimentos densamente energéticos7,8.
Por otra parte, ciertos rasgos del comportamiento
alimentario -como la ingesta ante señales externas, pérdida del control inhibitorio e ingesta emocional- pueden
participar como desencadenantes de cambios comportamentales con eventual impacto en el peso corporal9.
Sin embargo, hasta donde conocemos, pocos han
indagado respecto de las características basales de las
personas en relación a su comportamiento alimentario
y el manejo de las emociones ante situaciones de alta
carga emotiva, capaces de conferirle un mayor riesgo
de ganancia de peso.
OBJETIVOS
El objetivo del presente trabajo fue evaluar la influencia del fenotipo habitual de comportamiento
alimentario, y la percepción de emociones y sentimientos sobre la ganancia de peso en el contexto de
la actual pandemia por COVID-19.
MATERIALES Y MÉTODOS
Muestra
Se trató de un estudio de corte transversal, descriptivo. Los datos se recolectaron a través de un cuestionario online distribuido en una población mayor de
18 años y residente en Argentina, a través de redes
sociales durante 10 días (entre el 5 y el 15 de junio de
2020). Este período coincidió con el aislamiento social preventivo y obligatorio impuesto en la República
Argentina desde el 19/03/2020 en respuesta a la pandemia por COVID-19. Las plataformas sociales utilizadas fueron Instagram, Twitter, Facebook y Whatsapp.
El empleo de las redes sociales como herramienta de
reclutamiento muestral para cuestionarios de investigaciones ha sido descripta previamente10. Todos los
participantes brindaron su consentimiento informado
previo a la realización de la encuesta. El estudio se
efectuó conforme a las normas éticas de acuerdo con
la Asociación Médica Mundial, y con los principios de
la Declaración de Helsinki.
Previo a la realización del estudio, se llevó adelante
una evaluación preliminar en una muestra de 65 voluntarios para testear el instrumento (datos no mostrados).
A los fines del presente trabajo, se incluyeron en
la muestra final del estudio a todos los sujetos con
una edad ≥18 años y se excluyeron a los participantes que refirieron un peso corporal con índice de
masa corporal (IMC) < a 18,5.
Versión final del cuestionario
El mismo abordó los siguientes aspectos:
• Datos demográficos: se recabó información
respecto del sexo, edad, ocupación y máximo nivel
educativo alcanzado.
• Datos antropométricos: se utilizó el peso (expresado en kg) y la talla (en cm) previos al inicio de la
cuarentena referidos por los encuestados. A partir de
estos datos se calculó el IMC (peso/talla2) y se categorizaron a los sujetos en bajo peso, normopeso, con
sobrepeso y obesidad. Cabe destacar que, si bien el
peso y la talla autoreferidos resultan menos precisos
que el evaluado de manera directa por un observador, su utilización se considera confiable, incluso en
sujetos con sobrepeso y obesidad, en quienes es esperable un mayor porcentaje de sub reporte11.
• La Escala de Fenotipo de Comportamiento Alimentario (EFCA)12 fue el instrumento utilizado para
evaluar el fenotipo de comportamiento alimentario
habitual previo al inicio de la cuarentena. La misma
consta de 16 afirmaciones a las que el participante
debe responder por medio de una escala Likert de cinco opciones (de nunca a siempre) según la frecuencia
con que manifiesta esa actitud. Cada ítem considera
un rasgo particular del comportamiento alimentario,
y se agrupan en cinco subescalas o subfenotipos: 1)
subfenotipo desorganizado: salteo del desayuno, salteo de al menos una de las comidas principales, período interprandial mayor a 5 horas; 2) subfenotipo
hedónico: deseo de comer ante estímulos sensoriales
(visual, olfatorio y/o cognitivo); 3) subfenotipo compulsivo: ingesta rápida y excesiva de alimentos realizada
en períodos breves de tiempo; 4) subfenotipo emocional/picoteador: ingestas repetidas, frecuentes y peque-
ñas entre las comidas principales, uso de ingesta como
estilo de afrontamiento frente a emociones negativas
(ansiedad/aburrimiento/soledad/miedo/enojo/tristeza
y/o cansancio); 5) subfenotipo hiperfágico: ingesta de
porciones excesivas o de más de una porción en una
sola ingesta. La escala y subescalas muestran adecuada
consistencia interna (α>.70) y validez de constructo12.
• Nivel de actividad física previo a la cuarentena:
se utilizó un cuestionario validado (Global Physical
Activity Questionnaire, GPAQ)13 a fin de evaluar la
frecuencia y duración de la realización de actividad
física. En base a esto, los sujetos fueron categorizados como físicamente activos si cumplían al menos
90 minutos (min) semanales de actividad física de
intensidad alta o al menos 150 min semanales de
actividad física de intensidad moderada.
• Cambios ocurridos durante la cuarentena: se indagó respecto de los cambios ocurridos en el peso corporal, frecuencia de actividad física, hábitos de sueño,
y sentimientos y emociones que se incrementaron durante la cuarentena. Los cambios en el peso corporal y
en la frecuencia de la actividad física se reportaron de
manera categórica (aumentó, se mantuvo o disminuyó con respecto a los valores precuarentena), mientras
que para el caso de los sentimientos emociones, los encuestados debieron indicar cuáles consideraron que se
incrementaron durante la cuarentena. Para los hábitos
de sueño, los encuestados debieron indicar una o más
de las siguientes opciones en relación a los cambios percibidos durante la cuarentena: duermo más, duermo
menos, me cuesta más conciliar el sueño, me despierto
más veces durante la noche, no he notado cambios.
Análisis estadístico
Se utilizó el programa SPSS para Windows (versión
17.0, SPSS Inc., Chicago, IL). Los datos se expresaron
como la media±desvío estándar de la media, excepto
especificación contraria. Para la descripción general de
la muestra se empleó estadística descriptiva. Para la
evaluación de la asociación entre variables se usó prueba de chi-cuadrado, test de Fischer o regresión logística, según correspondiera. Para la evaluación del valor
predictivo de los diferentes factores sobre el incremento
del peso corporal se recurrió a un modelo de regresión
logística. Se consideró significativo un valor de p<0,05.
RESULTADOS
Características generales de la muestra
De un total de 2.236 individuos que aceptaron
participar del estudio, se excluyeron de la muestra
67 sujetos por presentar valores de IMC compatibles con bajo peso previo al inicio de la cuarentena.
La muestra final del estudio se conformó por 2.169
individuos mayores de 18 años, con una media de
edad de 39,27±15,21 años, y una media de IMC de
25,79±5,25 kg/m2. Las características generales de
la muestra se presentan en la Tabla 1.
Fenotipo de comportamiento alimentario
En la Tabla 2 se muestra la clasificación de los sujetos en función de su fenotipo de comportamiento
alimentario previo a la cuarentena, con predominancia de los subfenotipos hiperfágico y desorganizado
(40,5% y 50,1% de la muestra respectivamente).
Cambios en el peso corporal y el nivel
de actividad física durante la cuarentena
Mientras que sólo un 14,1% de los encuestados
(n=306) refirió haber disminuido de peso, el 40,3%
(n=875) manifestó haberlo aumentado durante la cuarentena. El 37,2% (n=806) mencionó haberlo mantenido y el 8,4% (n=182) manifestó no saber.
Por su parte, el 54,9% de los encuestados
(n=1190) refirió haber disminuido su nivel de actividad física, mientras que sólo el 21,1% (n=458) manifestó haberlo aumentado. El 24,0% (n=521) expresó
haber mantenido su nivel de actividad física habitual.
Hábitos de sueño y cuarentena
La Tabla 3 muestra el impacto de la cuarentena sobre los hábitos de sueño de los encuestados. Como
puede observarse, si bien se evidenció un impacto variable de la misma (manifestándose tanto a partir de
un aumento o disminución de las horas de sueño, dificultades para conciliar el sueño o mayor número de
despertares nocturnos), el aspecto más destacable es
que sólo el 22,3% de los sujetos (n=484) refirió no
haber notado cambios en sus hábitos de sueño. Por
lo tanto, el 77,3% de los encuestados presentó algún
tipo de alteración en el sueño, ya sea de forma aislada
o combinando diferentes alteraciones.
Cuarentena y emociones
Mientras que sólo un 4,8% de los encuestados
(n=103) manifestó no haber notado cambios en la
percepción de sentimientos y emociones durante la
cuarentena, la mayoría de los sujetos expresó haber
percibido con mayor frecuencia y/o intensidad de lo habitual emociones y sentimientos negativos, y en menor
medida emociones y sentimientos positivos (Tabla 4).
Predictores de ganancia de peso durante la cuarentena
La Tabla 5 muestra los principales componentes
del análisis de regresión logística utilizado para predecir la ganancia de peso durante la cuarentena. En
el modelo 1 puede observarse que se confirma el
valor predictivo para ganancia de peso de factores
clásicos como la presencia de obesidad previo al inicio de la cuarentena, el sedentarismo, la disminución
de la actividad física y la alteración de las horas de
sueño. También se destaca que, en este contexto,
las personas de menor edad y las mujeres más que
los hombres manifestaron haber ganado peso. Al incluir en el análisis a los fenotipos de comportamiento
alimentario, se pudo observar en el modelo 2 que,
mientras que la mayoría de estos factores continuó
prediciendo la ganancia de peso, a excepción de la
disminución de las horas de sueño, los subfenotipos
de comportamiento alimentario comedor emocional
y comedor hedónico constituyeron un subgrupo de
sujetos particularmente en riesgo de ganancia de
peso en este contexto. Finalmente, en el modelo 3
se observó que, al incorporar a la ecuación a los cambios en la percepción de sensaciones y sentimientos,
el valor predictivo se incrementó. Cabe destacar que
el valor predictivo de los diferentes modelos aumentó
progresivamente con la incorporación de los diferentes factores, de modo que en el modelo 1 el valor de
R2 de Nagelkerke se incrementó de 0,123 a 0,146 en
el modelo 2 y a 0,180 en el modelo 3.
Tabla 1: Características generales de la muestra.
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Descripción de la muestra según sexo, máximo nivel educativo,
categoría de índice de masa corporal y actividad física. |
Tabla 2: Fenotipos de conducta alimentaria.
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Subfenotipos de
comportamiento
alimentario previos a
cuarentena, evaluados
según la Escala de Fenotipo
de Comportamiento
Alimentario (EFCA). |
Tabla 3: Cambios en los hábitos
de sueño durante la cuarentena.
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N: número de participantes; %:
porcentaje del total de la muestra. |
Tabla 4: Cambios en la percepción de emociones
y sentimientos durante la cuarentena.
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Expresado en número (N) y porcentaje (%) del total. |
Tabla 5: Predictores de ganancia de peso durante la cuarentena.
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* p<0,05; ** p<0,01; *** p<0,001; IMC: índice de masa corporal; AF: actividad física. |
DISCUSIÓN
El presente trabajo arroja importantes evidencias
en relación a la variabilidad en la respuesta a una situación con alta carga emotiva como es el aislamiento
social en el contexto de la pandemia por COVID-19.
Coincidiendo con estudios realizados en nuestro
país14 y otras regiones15, se evidenció que más del
40% de los sujetos encuestados manifestó haber
incrementado su peso durante el período de distanciamiento social obligatorio.
Del mismo modo, se detectó que más de la mitad
de los sujetos manifestó haber reducido su nivel de
actividad física durante el período analizado. Falta de
sueño, disminución de la actividad física, snack post
cena, comer en respuesta al estrés y comer por la apariencia o aroma del alimento fueron comportamientos
ligados a la ganancia de peso durante la cuarentena
en una muestra que reportó 22% de incremento de
peso16. Esta caída en el nivel de la actividad física, consecuencia de las restricciones al movimiento espontá-
neo y el cierre de instituciones deportivas, entre otros
motivos, jugaría un papel relevante en la ganancia de
peso observada durante el aislamiento, tal como se
detectó en otras regiones del mundo17. Esta apreciación se confirma en el presente estudio, donde la disminución de la actividad física se asoció a un riesgo de
incrementar de peso de entre 2,5 y 2,7 veces más (de
acuerdo al modelo de análisis utilizado) que quienes
mantuvieron el mismo nivel de actividad física previo
a la cuarentena.
Otro aspecto a destacar se relacionó con la alteración en los hábitos de sueño detectados en esta
muestra tras el inicio de la cuarentena. Cerca de 8
de cada 10 encuestados manifestaron haber alterado
sus hábitos de sueño.
En relación a la ganancia de peso, diversos estudios demostraron la importancia de una adecuada
calidad del sueño en relación al mantenimiento del
peso corporal18. En particular, se ha descripto que la
disminución de las horas de sueño incrementa significativamente el riesgo de ganancia de peso, tanto
en adultos como en niños y adolescentes19. Coincidiendo con esto, luego del análisis de la influencia
de los factores de riesgo clásicos sobre la ganancia
de peso en el modelo 1, tanto la disminución como
el incremento de las horas de sueño se asociaron a
un mayor riesgo de ganancia de peso. Sin embargo,
al incluir otras variables en el análisis en los modelos
2 y 3, esta asociación perdió significancia estadística.
En el presente trabajo también se evaluaron los cambios en la percepción de emociones y sentimientos durante la cuarentena. Mientras que un porcentaje menor
de sujetos manifestó haber incrementado la percepción
de emociones y sentimientos positivos (como alegría,
esperanza, motivación, acompañamiento y fortaleza),
la mayoría expresó haber incrementado la percepción
de emociones negativas, en especial ansiedad, desmotivación y aburrimiento, lo que coincide con reportes
de otros autores respecto del impacto mayormente
negativo sobre las emociones del confinamiento y sus
consecuencias20-22. Este incremento de la percepción de
algunos sentimientos y emociones negativos como el
aburrimiento, la desmotivación y la ansiedad se asociaron a un mayor riesgo de ganancia de peso durante
este período. Por el contrario, quienes manifestaron autopercepción de mayor fortaleza presentaron un riesgo
significativamente menor de ganancia ponderal.
Las emociones positivas y negativas pueden tener
efectos disímiles en la manera de alimentarse y, si bien
la capacidad de modular o responder a las emociones
(regulación emocional) es particular de cada individuo,
algunos aspectos comportamentales son compartidos
en la patología alimentaria. Emociones como tristeza,
miedo y enojo pueden aumentar la ingesta rápida e irregular hacia la comida disponible como forma de regular
el estado emocional23. Más aún, comer en respuesta a
emociones (ingesta emocional)24 puede constituirse en
ciertos casos como una estrategia habitual ante situaciones de distress emocional. Estas estrategias maladaptativas de comportamiento alimentario, utilizadas como
una modalidad de obtención de confort inmediato para
reducir las emociones negativas, pueden contribuir a la
ganancia de peso25. La ingesta emocional ha sido descripta como mediadora de la relación entre comportamientos maladaptativos de regulación emocional (altos
niveles de supresión de reevaluación cognitiva) y mayor
ingesta de comidas energéticamente densas26,27. De hecho, las personas con sobrepeso u obesidad reportan
niveles altos de ingesta emocional28,29.
Por otra parte, factores genéticos, fisiológicos,
psicológicos y sociales interaccionan de manera compleja en la elección y preferencia de alimentos conformando estilos alimentarios30. Estos patrones de
comportamiento han sido objeto de estudio durante
los últimos años en un intento de mejorar la efectividad de los programas de manejo de peso31. En
el contexto de la pandemia por COVID-19 pudimos
observar que tanto los sujetos categorizados como
comedores emocionales y los comedores hedónicos
se encontraron entre los grupos de mayor riesgo de
ganancia de peso, datos coincidentes con estudios
actuales. Aquellos individuos que puntuaron alto en
fenotipo de comportamiento emocional, presentaron
un mayor riesgo de ganancia de peso. Sin embargo,
al tomar en cuenta el modelo 2, que incorpora la percepción de las emociones, la significancia estadística
se mantuvo únicamente en el comedor hedónico.
Si bien futuros estudios deberán indagar respecto de los posibles mecanismos involucrados y, ante
la evidencia actual estudiada, es válido plantear que
este mayor riesgo podría deberse a la predisposición
que presentan estos sujetos de recurrir a la ingesta
de modo de modular las emociones percibidas. En
ese sentido, un contexto caracterizado por un incremento de la percepción de emociones negativas y
restricciones a la interacción social podría incrementar la vulnerabilidad de este subgrupo de sujetos.
Cabe destacar que el presente trabajo posee, a nuestro parecer, algunas limitaciones. Por un lado, debido a
que se basó en los resultados de una encuesta difundida
a través de redes sociales y no a partir de una muestra
seleccionada de manera aleatoria, las observaciones realizadas no pueden extrapolarse de manera directa a la
población general. En efecto, la predominancia de participantes del sexo femenino y con estudios universitarios
da cuenta de esta limitación. A su vez, el hecho de que
el peso y la talla fueran reportados por los encuestados
(y no medidos por parte de los evaluadores), constituye
otra limitación metodológica que debe tenerse en cuenta al evaluar el alcance del presente estudio.
CONCLUSIONES
Más allá de los factores clásicamente involucrados en el desarrollo del sobrepeso y la obesidad, en
el presente trabajo pudo evidenciarse que, sumado
al impacto de la disminución de la actividad física y
la alteración de la calidad del sueño, el fenotipo de
comportamiento alimentario comedor hedónico y la
percepción de sentimientos negativos como ansiedad,
aburrimiento y desmotivación resultaron fuertes predictores de la ganancia de peso en el contexto de confinamiento obligatorio por COVID-19. Esto resalta la
importancia del abordaje de los aspectos emocionales
y la identificación de las características singulares de
los individuos a fin de promover estrategias terapéuticas y de prevención adecuadas.
Conflictos de interés: los autores declaran no
tener conflictos de interés.
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